Abrirse a todo contenido que llegue a mí en este momento presente, tanto en mi mundo exterior (colores, sonidos, acontecimientos, personas, objetos, percepciones….) como en mi mundo interior (imágenes, recuerdos, emociones, sentimientos, intuiciones….).

Tomar conciencia significa abrir los ojos del alma, y darle la bienvenida a todo sin excepción, abrazarlo todo, sin engancharme ni rechazar ningun contenido en particular, en perfecta ecuanimidad.

Tomar conciencia significa darme cuenta que existe un continuo entre mi mundo interior y mi mundo exterior, que son un mismo mundo colmado de maravillas, un mismo paisaje, infinito, hacia fuera y hacia dentro, hasta que dejo de percibir la diferencia entre afuera y adentro.

Tomar Conciencia significa permanecer en el centro de un mundo en constante transformación.

Tomar conciencia significa darme cuenta que yo soy la Conciencia que todo lo contiene, y que no tengo que hacer nada para darme cuenta de ello, sino más bien dejar de Hacer para Ser. Este es el gran Misterio, el gran Regalo, la experiencia que todos compartimos, a cada instante, sin excepción.